Noticias

AUTOCUIDADO EMOCIONAL: CUIDAR DE TI PARA CUIDAR DE LOS DEMÁS.

AUTOCUIDADO EMOCIONAL: CUIDAR DE TI PARA CUIDAR DE LOS DEMÁS.

Dedicar tiempo y atención a nuestras propias necesidades, físicas, emocionales, sociales y mentales, con el objetivo de vivir una vida más plena y saludable, es fundamental no sólo para nosotros mismos, sino que influy

e directamente en las relaciones con los demás, en concreto con los seres queridos que tenemos más cerca.

¿Por qué es importante el autocuidado?

El autocuidado es fundamental para el bienestar individual, a todos los niveles. Cuando nos cuidamos a nosotros mismos, estamos en mejores condiciones para manejar el estrés, mejorar nuestra salud física y bienestar emocional. Con ello, aumenta la energía, la concentración, la confianza y el amor propio y evita el agotamiento tanto físico como emocional. Además de todos estos beneficios que obtenemos para nosotros mismos, es importante saber que también conseguimos estar en mejores condiciones para cuidar a los demás. Si estamos bien seremos capaces de estar bien con nuestro entorno social, laboral y familiar.

Cómo practicar el autocuidado

Lo primero de todo estener claro qué áreas de nuestra vida necesitan más atención, para centrarnos en ellas. Debemos empezar con pequeños cambios, que sean realistas para no frustrarnos posteriormente e ir aumentándolos gradualmente, les dedicaremos una rutina diaria para crear un hábito constante que forme parte ya de nuestras vidas y, sobre todo, debemos quitarnos de la cabeza la imagen de egoístas que puede surgir de nosotros mismos, esa autoculpa que puede surgir por dedicarnos tiempo para nuestro bienestar y que debe ser desechada de forma contundente, porque no se trata de un capricho sino de una necesidad vital.

Beneficios del autocuidado para la familia

Cuando nos sentimos bien con nosotros mismos somos capaces de comunicarnos y relacionamos mejor con el mundo que nos rodea en todos los ámbitos, especialmente con los miembros de nuestra propia familia. Somos más propensos a dedicar más tiempo para pasarlo con ellos, momentos de calidad, cargados de energía positiva, que crea un ambiente familiar sano y feliz. También estamos preparados para afrontar situaciones de estrés o crisis familiares y de transmitir a nuestros hijos la importancia de la salud, el bienestar y el amor propio. En definitiva, el autocuidado es un pilar fundamental para lograr un ambiente familiar positivo y fortalecer los lazos afectivo con las personas que más queremos.

Practicar el autocuidado en familia

Esta práctica no es complicada. Existen claves sencillas que deberíamos incorporar a nuestra rutina diaria para practicar el autocuidado a nivel familiar y que conlleva la necesidad de que todos los miembros se involucren de forma similar y responsable para lograr ese ambiente familiar perfecto en el que todos se sienten protegidos, respetados y felices.

Dedicar más tiempo para disfrutar a nuestra familia conseguirá crear lazos familiares más fuertes. Juegos de mesa, paseos al aire libre, actividades culturales… Respetar las expresiones y sentimientos de cada miembro, buscando el espacio y momento perfecto para hacerlo, aumentará la confianza de todos dentro del seno familiar. Celebrar los éxitos y apoyarse mutuamente pero también saber decir “no”, fomentará un ambiente familiar en el que todos los miembros se sentirán queridos, comprendidos y apoyados.

 

Como resumen podemos concluir que el autocuidado no es egoísmo, es una necesidad básica para mantener el equilibrio y el bienestar, porque no podemos dar lo que no tenemos.

Cuidarnos y encontrar un equilibrio y una paz física, mental y emocional nos permite encontrar la manera de cuidar de los demás de manera efectiva.